Publica el diario Expansión que la patronal lleva al Tribunal Supremo a Trabajo y todo porque antes del 4 de abril tienen que presentar una lista de al menos tres millones de pequeños negocios para demostrar que son representativos de los autónomos, participar en el diálogo social de ese colectivo y de paso repartirse también este otro pastel. La avaricia tiende al infinito, pero claro estamos hablando de 13,9 millones de euros en formación y eso es mucho dinero.
El ejecutivo había exigido entre otras cuestiones estar presente en 12 comunidades, 24 provincias y contar con recursos materiales y humanos propios, pero lo más importante era presntar un listado de socios (nombre y D.N.I.). Parece que ATA tiene asegurada la primera plaza, que UPTA y OPA, también.
Como no da tiempo para confeccionar tamaño listado, la Confederación, que ahora dirige el Sr Rosell, a traves de una organización menor presenta una demanda ante el Tribunal Supremo para ganar un tiempo precios, impugnado el propio decreto ley que regula el asunto. Trabajo se muestra sorprendido máxime cuando el decreto que se ha preparado durante tres años nada más y nada menos, ha pasado por numerosos filtros entre los que se encontraba la patronal como el CEL o el propio dialogo social e incluso el Consejo de Estado.
Si el Tribunal no detiene el proceso, mal pinta para la patronal, y peor aún cuando del propio Tribunal ya contestó contundentemente a una queja de los demanadanten en el mes de julio de 2009,una cosa es registrarse como asociación, donde no se requiere prueba de listado y otra para entrar en los organos institucionales, donde sí lo es.
Parece que la patronal, sólo entra donde puede mandar o más bien rucar, cada vez se parecen más a los sindicatos.
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