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jueves, 28 de abril de 2011

Y sigue sin poderse

Poco a poco se van aclarando los términos sobre las inspecciones laborales realizadas el día de la Comunidad y parece que la larga sombra de los sindicatos toma fuerza y se esconde detrás de sendas denuncias realizadas sobre la posibilidad de que los establecimientos comerciales puedan abrir esa fecha.
Trabajo y sindicato parecen las cargas positivas de un imán, no solo no se prestan, sino que se repelen. Y luego protestan porque al liberado se le tiene por escaqueado  y holgazán. Si es que cuando el río suena agua lleva.


Y llega ahora la susodicha fiesta, de marras, ese engendro de las celebraciones, ese despropósito conmemorativo que encadena una serie de días inhábiles para las empresas, en un contexto, porque hay que analizar el comportamiento de las ventas en este primer trimestre para no solo compungirse, sino directamente echar el cierre- y van esto desgarramantas preocupados de la posibilidad de interrumpir el transcurso vacacional y de la incorporación a su puesto de trabajo (por el que cobran, sea dicho de paso), y preparan una conspiración, de las que acostumbran en su propia organización en búsqueda de nuevas oportunidades, y con alevosía y nocturnidad presentan sendas denuncias ante la autoridad laboral, que si no se puede trabajar, que si los compañeros van obligados y razones similares para poner en marcha el aparato laboral, que sin reflexionar se lanza a la caza del desvalido, en este caso el empresario y hasta si me apuran del propio trabajador que quiere trabajar, que se preocupa por su empresa y que ve en esos días la posibilidad de romper una tendencia que a poco les llevará al cierre y al desempleo.
Pues así ha sido, denuncia cobarde y vil, inspección y hasta el momento diligencias previas a la sanción correspondiente lo que supondrá para la empresa lo comido por lo servido y un nuevo disgusto en la linea ya tradicional e histórica de este país donde el empresario está más sólo que la una y la única razón para acordarse de él es para sancionarle o para pedirle eso sí por escrito un nuevo impuesto, tasa o contribución.
Hay que dar las gracias a los sindicatos por recordarnos que están al lado del trabajador en todo instante y en su apoyo desmedido por la empresa y el tejido empresarial que les da de comer y muy bien, por cierto, mejor que a la mayoría.

1 comentario:

  1. El pasado día 23 de abril, Sábado Santo y este año también festividad de la Comunidad de Castilla y León (circunstancia que no se repetirá, ¡oh tragedia! hasta dentro de 40 años), muchos de los establecimientos comerciales de León, de menos de 300 m2, abrieron sus puertas, porque así se lo permite la Ley y así lo pactaron empresas y trabajadores.obligados por el enorme descenso de las ventas del primer trimestre de este año.

    Dichos establecimientos están siendo objeto de inesperadas inspecciones de trabajo que, al parecer sugeridas y/o exigidas por los sindicatos, organizaciones de extraño funcionamiento que por lo visto sólo reivindica estos actos en la provincia de León(en el resto de provincias abrió el pequeño comercio con sus trabajadores y los sindicatos no les han denunciado, vaya qué mala suerte tenemos)

    y, más lógico aún, ve necesario que el pequeño comercio cierre en uno de los días de más ventas del año y cuando León alberga más turistas y más leoneses “exiliados”. Como decía aquel, cosas veredes…Solo esperamos que dentro de 40 años a alguien se le ocurra pensar que la gente viaja miércoles/jueves y se vuelve el domingo, que desde hace muchísimos años la semana santa es como es y el único día de venta es el sábado, y decida pasar la fiesta al LUNES. Y comerciantes, trabajadores, turistas sindicatos y administraciones tendremos una buenísima semana santa y celebraremos villalar felices y comeremos perdices como todos los años. Pero para entonces estaremos todos jubilados seguro q nadie consiente que se alargue más la vida laboral.

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