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miércoles, 21 de septiembre de 2011

¡NO SE QUEJE, TIENE EL PERSONAL QUE SE MERECE! (1ª parte)





El otro día leía en un artículo de Internet lo siguiente:
Se atribuye a los griegos la conocida frase: “los pueblos tienen los gobiernos que se merecen”, expresión que deposita en la gente la responsabilidad de elegir a sus gobernantes, y eso es cierto. Tan sabias palabras pueden ser extrapoladas casi sin alteraciones al campo laboral, afirmando, entonces, que “las empresas tienen los empleados que merecen”.
En organizaciones donde la valoración de la gente, el respeto, el reconocimiento, la innovación y el sentido de pertenencia son valores inalterables y completamente modelados desde los niveles más altos hasta los más básicos, los empleados se muestran tan identificados con las políticas y con la cultura organizacional que suelen referirse a ellas en todo momento, haciendo símiles con las situaciones laborales que experimentan y cualquier otra que ocurra en su campo personal o profesional.
Son personas activas, dinámicas y emprendedoras que agregan valor a su trabajo y ponen siempre al frente todo aquello que vaya en beneficio de la organización, pues saben que al hacerlo el beneficio será general... (Dr. Félix Socorro RECLUTAMIENTO Y SELECCIÓN)

Sin duda, una empresa que quiere triunfar y más en momentos como los actuales, de crisis, de inseguridad, etc., tiene que tener trabajadores con los que se puede contar, empleados capaces de empujar a la empresa por encima de esa crisis. ¿Nos hemos planteado si nuestros trabajadores están mentalizados para ayudarnos a salir de la crisis? ¿Contamos con los mejores trabajadores que podríamos tener? ¿Nos hemos esforzado por conseguir buenos empleados? ¿Potenciamos a nuestros trabajadores, sin duda un recurso clave para hacer mejor las cosas? ¿Qué y cómo se sienten nuestros trabajadores en estos momentos de rumorología constante, de miedo e inseguridad colectiva?
Hoy está en la cabeza de todos los trabajadores ese temor a cómo puede influir en su empresa esta crisis: ¿cómo puede afectar a mí puesto de trabajo? ¿Seré uno de los despedidos en caso de regularización de plantillas?, y si además de este temor individual añadimos una de las lacras de las organizaciones, LOS RUMORES, nos encontramos que la mayoría de nuestros trabajadores siente inseguridad, cierto temor al futuro propio y de la empresa.
No se puede trabajar con esta inseguridad, el miedo influye en el trabajo y no precisamente de forma positiva. Algunos pueden pensar que la preocupación es positiva para el empresario ya que hará a la gente más responsable. No creo que esa premisa sea cierta, se conformarán, pero esto no significa que sean más responsables, ni que vayan a trabajar mejor.
Una persona con preocupaciones, como todos hemos comprobado por nosotros mismos alguna vez, no rinde igual, no se centra igual en la tarea y es más fácil, por ello, cometer equivocaciones, errores que influirán en nuestros productos o servicios y al final, el coste de esta preocupación puede ser mucho más que la simple pérdida de recursos por devolución de unidades o productos. Debemos pensar en el coste de perder la confianza de nuestros clientes por las deficiencias de los productos o del servicio prestado.
Me parece fundamental que los empresarios o los responsables de personal hagan todo lo posible por tranquilizar a los trabajadores, por quitar de sus cabezas esa inseguridad latente y puedan centrarse en la realización de sus tareas.







Javier F. Higarza



Formador

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