Etiquetas

cuentos (15) dirección (34) ecología (3) economía (110) energía (7) exterior (19) innovación (20) laboral (39) León (53) Noticias (88) política (70) tendencias (39) turismo (10)

miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿ALGUIEN SE ATREVE?



Cuando una se entera de cómo han surgido y crecido algunas empresas punteras en este y otros países, llego a la conclusión de que el atrevimiento –entendido como decisión firme sobre una idea productiva- es una de las claves fundamentales del éxito. El talento y la formación se presuponen pero el riesgo que asumen y el salto al vacío que dan muchos emprendedores en el mundo de los negocios, eso es sólo para los atrevidos.

Atrevido fue Pedro Tomás Delgado Ortiz, hijo de una ama de casa y de un ebanista que dejó sus estudios a los 17 años por una formación autodidacta que le llevó a fundar Aquaphytex, una empresa con sede en Badajoz que se dedica a depurar aguas residuales con filtros vegetales y que hoy factura 2 millones de euros. Sus palabras son el ejemplo cotidiano de lo que sucede diariamente en nuestras aulas: “Dejé de estudiar aburrido de un sistema educativo que no me ofrecía estímulo alguno. Creo que si hubiera seguido sentado en mi pupitre, ahora Aquaphytex no existiría”.


A mí me resulta triste, por no decir escandaloso, escuchar frases como la anterior, no sé a ustedes, y me recuerda mucho al caso de Steve Jobs que le sucedió algo parecido. Es tan sólo un ejemplo de los cientos de jóvenes con inquietudes creadoras, motivación para los negocios o ideas brillantes con potencial comercial que, en muchos y lamentables casos, se ven frustrados y desalentados antes incluso de nacer por todo el ecosistema educativo y social que castra prematuramente a los talentosos.

Por doquier han surgido en los últimos tiempos intentos de reconducir e impulsar la iniciativa emprendedora en España y concretamente en León, conscientes de que sin emprendedores, sin creación y consolidación de nuevos negocios no podremos acabar con el paro. Los empresarios del CEL también se han movilizado y han dado un paso al frente para insuflar a los jóvenes y a sus familias el espíritu empresarial desde los institutos y la Universidad. Han diseñado y puesto en práctica el programa CEL Emprende y CEL Orienta para intentar cambiar la cultura de aversión social al riesgo y al empresario y “meter el gusanillo empresarial” a los chicos y chicas que además ven su futuro bastante incierto. Dos empresarios en activo, acompañados por representantes del CEL, impartieron hace unos días la primera charla de este programa en el Colegio Divina Pastora de León a jóvenes de bachillerato que en su mayoría no saben ni qué estudiarán ni a qué se dedicarán en su vida profesional pero que, sin embargo, estuvieron muy atentos, quizá imaginando convertirse en alguno de ese ínfimo porcentaje, 4%, de menores de 25 años que monta un negocio en España. En Estados Unidos ese porcentaje se eleva al 60%.

Estamos a años luz en percepción y valoración del empresario respecto a Estados Unidos, por ejemplo. Allí, parece que todos nacen empresarios mientras que aquí, hasta ahora, la mejor opción era convertirse en funcionario o empleado público. Afortunadamente, las cosas están cambiando y el CEL quiere contribuir a ese cambio. No somos un país amante del riesgo ni de los emprendedores – las estadísticas así lo demuestran- pero se puede emprender, aunque cueste más tiempo, dinero y esfuerzo. Hay 146 países en los que es más fácil que en España crear una empresa, donde se tarda 47 días de media para ponerla en funcionamiento, según el Banco Mundial.

Que se puede emprender lo demuestran a diario cientos de jóvenes y no tan jóvenes que están arriesgando patrimonio montando un negocio y ganando dinero con él. Algunas de estas empresas son hoy negocios millonarios. Fijémonos en Tuenti, la red social que hace un poco de sombra a Facebook, o en Zinkia Entertainment, creadora de la serie de dibujos animados Pocoyó, en Custo Barcelona, marca líder de moda que vende en medio mundo, en Iberselec que comercializa jamón ibérico en el difícil mercado japonés o en Proconsi, compañía leonesa pionera que desarrolla soluciones tecnológicas para empresas e instituciones. Todos ellos han superado los mil y un obstáculos que conlleva la vida empresarial pero disfrutan ahora de una posición privilegiada siendo referentes en su sector, aportando valor y obteniendo beneficios. ¡Valió la pena!

Al igual que han surgido iniciativas de fomento del emprendedurismo, con proyectos como los del CEL, Ildefe, Iniciador, Secot, incluso el anunciado por la Junta denominado aulas-empresa, etc., se está reconociendo el talento y buen hacer de los jóvenes con diferentes galardones y premios como el Rey Jaime I, entregados recientemente por la Reina Doña Sofía en Valencia, y que en la edición de este año en la categoría de Emprendedor recayó en un leonés, José Javier Chamorro Rebollo, ingeniero y director general de Centum Solutions.

El caso de José Javier es el de otro valiente de 37 años, que con apenas 30 creó Centum, empresa que emplea a 150 personas de alta cualificación que trabajan para aportar soluciones tecnológicas en sistemas de comunicaciones militares, para grandes operadoras de telefonía y también en el sector de energías renovables. Para este leonés, criado en Asturias, el éxito empresarial va unido al esfuerzo, la voluntad y la pasión, cualidades que le sobran y por las que ha sido premiado. Pero además, posee otras armas valiosas que le diferencian como son sus valores, competencias y su capacidad fundamental de detectar lo importante para el mercado y entender al cliente. “El emprendedor es empresario al día siguiente y extender la cultura del emprendimiento hay que hacerlo desde el colegio porque es una manera de tener iniciativa y de ser el dueño de tu destino… ¿y quién no quiere serlo?”, palabras que deberían animar a los chicos de hoy, empresarios del futuro.

El emprendedor nato sabe ver oportunidades que otros no ven, analiza el mercado, asume riesgos y se concentra en satisfacer las necesidades de los clientes, convencido de que los errores, en caso de que se den, son parte del aprendizaje. Y alrededor de todo ello, toma fuerza la figura del nuevo empresario que no tiene trabajadores, sino colaboradores, de tal manera que el empresario, empleado, cliente y proveedor forman un equipo integrado que puede alcanzar el éxito con mayores garantías.

Pedro Tomás Delgado y José Javier Chamorro, en el primer caso autodidacta, en el segundo, con una sólida formación universitaria, demuestran que muchas personas tienen potencial emprendedor y que se puede triunfar siendo empresario. Y lo que es más importante, han asumido y proyectado la responsabilidad social que implica tener una empresa y los valores que han de encarnar. Aquaphytex ha llevado gratuitamente hasta Malí su depuración de aguas de la mano de una ONG que ha reducido en un 75% la mortalidad infantil, y José Javier Chamorro practica el hobby de la educación con mayúsculas para formar personas. Porque no todo en la empresa es ganar dinero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario