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miércoles, 26 de febrero de 2014

¿Qué sale de la chistera: un conejo o un hamster? Veámoslo

Sorprende que se aproveche el Debate sobre el Estado de la Nación para anunciar una serie de medidas económicas y fiscales encaminadas a impulsar la actividad económica, no tanto por el lugar, la oportunidad, las encuestas que se hacen a los ciudadanos o incluso por la cercanía de las elecciones europeas, sino porque parece que se sacan de la manga, que no obedecen a una estrategia o plan a largo plazo (o corto si se utilizan los criterios políticos de medir el tiempo), que son fruto de una improvisación, porque bien se podían haber hecho hace ya tiempo de manera que compensasen de alguna manera el drama que ha supuesto la crisis en la sociedad. Pero sean bienvenidas, aunque sean tarde.


La principal y más llamativa es la aprobación el próximo viernes de una tarifa plana de 100 euros para la contratación indefinida de nuevos trabajadores que supongan un incremento en la plantilla. Aquellas empresas independientemente de su tamaño (incluidos autónomos), cotizarán por ese importe durante los primeros 24 meses. El objetivo fundamental la contratación y en concreto la contratación indefinida que apenas llega al 10% del total de contratos. Por ceñirnos a  la clave provincial, de los casi 9.000 contratos medios mensuales que se firman al mes apenas sí 900 son fijos.

La medida supone un ahorro del 75% en el epígrafe de contingencias comunes: así en un sueldo de 20.000 euros anuales la bonificación es de 3.520€ anuales por empleo. Pero ojo, las empresas que hayan despedido de forma improcedente durante los seis meses anteriores (y estimo que son muchas) no podrán participar de esta medida. Y ojo también aquí porque en caso de despido deberá reintegrar las cantidades de las que se haya beneficiado; lo que puede lastrar y de forma importante el interés inicial que pudiera tener tal medida, ya que las empresas se lo pensarán y mucho para contratar teniendo en cuenta el coste que puede suponer en caso de despido (el propio y el de la bonificación aplicada).
Por otro lado se va a producir una dualidad competitiva entre los costes laborales de las que han mantenido el personal laboral “contra viento y marea” y aquellas con nuevos costes laborales. Frente a la posibilidad de una rebaja generalizada de las cotizaciones sociales, el Gobierno ha optado por una mayor (más atractiva) pero para unos supuestos muy concretos.

La segunda es fiscal, rebaja en el IRPF para las rentas medias y bajas que afectará a más de 12 millones de contribuyentes. Aquellos que ingresen menos de 12.000 no pagarán nada a partir del 2015.

La tercera y la cuarta están más bien pendiente de desarrollo y la implementación será complicada: una reforma integral del modelo de formación profesional y nuevos sistemas de intermediación laboral en colaboración con las CC.AA. Y un mayor apoyo el enésimo a la financiación empresarial.

Finalmente como no podía ser de otra manera y teniendo en cuenta que el año 2013 se cerró con un record de exportaciones un Plan de apoyo a la internacionalización, que hace suponer que si se alcanzó un record sin ayudas, con ayudas será mayor. Lo cual no siempre es verdad.


En general son medidas que pretenden fortalecer el “incipientísimo” crecimiento económico que bien podían haberse puesto en funcionamiento mucho antes y que pueden incentivar de alguna manera la contratación y reactivar la demanda interna. Lógicamente supondrá también y esperemos que lo hayan considerado un importante recorte en los ingresos del Estado porque la deuda sube y sube por mucho que Mody`s y que la prima y que Bruselas…

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