Han caído los dos cual soldados fulminados al suelo

La semana pasada, se publicaba en los medios de comunicación la disolución de dos iconos empresariales de nuestra provincia: Marmolería Leonesa y Forjados Rubiera, dos empresas que han mantenido un peregrinaje similar, azotados por la vorágine de un sector insostenible que incide en una crisis permanente. Seguramente los polvos de antaño provocan situaciones como las actuales y las cascadas de cierres, de impagos y de recortes haya provocado que estos dos emblemas vayan a descansar en paz. 

No es una buena noticia, a pesar de que se pudiera prever hace tiempo. Según National Geografic el tamaño medio de los elefantes africanos no para de descender, cada vez son más pequeños, también sucede lo mismo con las truchas y por ende con las fanfarronadas de los pescadores: estirar la medida hasta los tres kilos provoca un inmediato asentimiento infantil en el oyente, que hace pensar que no cuela. En el tejido empresarial de nuestra provincia pasa otro tanto, incontables empresas de tamaño medio han caído, y al margen de esta entrada de la valoración de las razones de la liquidación, donde en muchos casos influirá la incompetencia de sus responsables, lo cierto es que nos quedamos huérfanos de iconos empresariales. El problema es que las que caen no se sustituyen por nuevas que ocupen su lugar, el sitio de dejan queda vacio.

Abundando en la pérdida, son iconos de referencia, con un know-how que desaparece como por encanto y que no puede ser compensado, al menos a corto y medio plazo, con el emprendimiento, por muchas vocaciones empresariales que puedan aparecer de los trabajadores de estas empresas, en USA se ufanan de que cada año caen el 10% de las empresas, y se ufanan porque implica que la lucha por competencia elimina a las más débiles, lo que genera una economía dinámica y productiva, pero también dicen cuando lo requiere (con la boca más pequeña) too big to fall, demasiado grande para caer.

Pues aquí como en Lima, hay empresas que dejan huella. Por cierto el título viene de una canción de Radio Futura que te invito a escuchar, no es de Katy Perry, ni falta que le hace, es buena y punto.