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martes, 4 de noviembre de 2014

Pues yo no me creo a los grandes empresarios

Acaban de publicarse las recetas de los grandes empresarios para bajar el paro más de 10 puntos porcentuales  para dejarlo más o menos como en el resto de las economías modernas, en un plazo de 4 años, supone 2,3 millones de empleos, que vamos ni en los mejores momentos de la construcción; luego podían haber sacado un conejo de la chistera y alguno haber dicho "Voila", y acabamos con aplausos y más aplausos, diez minutos.

Pero a pesar de que el papel y los medios de comunicación lo aguantan todo, no se sostiene por ninguna parte. Por un lado a cuento de qué como ellos mismos dicen, cuando las empresas grandes apenas llegan al 0,7% del tejido empresarial, se erigen como salvadores de la patria. ¿Acaso saben ellos más que otros? ¿Qué opina el otro "miserable" 99,3%?¿Estará de acuerdo?

Pues seguramente no, porque las necesidades de unos y otros en muchos casos son diferentes y en otros contrapuestas. Pero vamos que según el informe necesitamos cambiar la educación, los costes laborales, reducir el gasto público, luchar contra la economía sumergida, abaratar costes de electricidad,...Nada nuevo bajo el sol. Y en general ser mayores empresas, en este mundo de hombres siempre aparecen sus preocupaciones de uno u otro modo. En fin, esperemos pronto que las mujeres alcancen cierto grado de representación y puedan cambiar los clichés.

Hablan también de colocar este país entre los 10 mejores del mundo, yo diría que no solo está en ese grupo, para mí lo encabeza. ¿Cómo si no se explica que soporte las ingentes cantidades de dinero que se han robado o han desaparecido por arte de birli birloque, los ingentes monumentos, inversiones, aeropuertos,.. en general colosales obras ad maiorem gloria del político de turno y que hoy duermen el sueño de los injustos? ¿Cómo puede un país aguantar todo esto? La mayoría no puede, pero España puede y cada día hace un esfuerzo un poco mayor, y sigue pudiendo.

Que conste que como informe esperanzador el resultado es bueno, pero muy alejado de la realidad que nos toca y tocará vivir, aunque por poder, podemos.


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